lunes, 24 de mayo de 2010

FARMACÉUTICAS: COMO ENGAÑAN A LOS PACIENTES Y COMPRAN VOLUNTADES

La industria farmacéutica se sirve de múltiples estrategias para engordar sus beneficios económicos, aunque ello suponga recurrir a la publicidad engañosa, a la manipulación y ocultación de datos, y a la compra de voluntades.

Un nuevo medicamento, Tapentadol, ha sido presentado como la panacea contra el dolor agudo y crónico. Sería una noticia estupenda si no fuera porque no se corresponde con los efectos reales del fármaco.

No obstante, se celebró un Congreso para su presentación pública, al que fueron invitados expertos en la materia, periodistas especializados en temas de salud y representantes de la Plataforma Sin Dolor (formada aparentemente por personas afectadas por este problema).

Supuestamente, Tapentadol está avalado por "177 artículos, publicados en revistas y congresos internacionales", todos ellos dotados de "un comité editorial y científico que vela por la veracidad, objetividad y calidad de los trabajos presentados", según Mayka Sanchez, colaboradora del periódico El País para temas de salud.

Lo que la colaboradora no decía es que todos los estudios sobre nuevos fármacos los financian los laboratorios que los producen y que a menudo también financian los congresos en los que se presentan. Y ese es el caso del medicamento-milagro contra el dolor, cuyo efecto no es diferente al de otros presentes en el mercado desde hace mucho tiempo.

Esto es lo que han afirmado médicos no relacionados con el laboratorio fabricante (Grünenthal Pharma), como Enrique Gavilán quien señala:
"He estado buscando en la principal base de datos de estudios científicos, la librería PubMed de Estados Unidos, he analizado los estudios que se han publicado sobre este nuevo medicamento y, créame, los resultados muestran que no es muy superior al placebo y en todo caso es muy similar en cuanto a eficacia respecto de otros de los que hay mucha más experiencia clínica y cuyo precio, sospecho, será muy inferior".

El informe sobre el nuevo producto no dice que todos los datos y conclusiones que aporta proceden de una única fuente: el laboratorio Grünenthal Pharma, productor del fármaco.

Cita a la Fundación Grünenthal como impulsora de la Plataforma sin Dolor, pero se cuida de no revelar que ésta ha sido creada por el laboratorio Grünenthal Pharma, que a su vez financia la plataforma y la campaña de medición del dolor.

Entre las nuevas fórmulas de promoción de fármacos actualmente la que resulta más prometedora parece ser aquella que pretende influir directamente en el paciente para que sea éste quien solicite a su médico el producto.

Para ello las campañas publicitarias en los medios de comunicación resultan el medio más eficaz para hacer llegar al conocimiento colectivo las milagrosas novedades farmacéuticas. Con tal fin se han creado fundaciones y plataformas teóricamente independientes y sin ánimo de lucro, integradas por académicos y especialistas, pero financiadas por la propia industria.

El marketing comienza con la descripción de un supuesto problema de salud, grave y con gran cantidad de personas afectadas, la enumeración de supuestos estudios e investigaciones y el esfuerzo profesional y tecnológico llevado a cabo hasta dar con el remedio ideal que solucionara los males del sufrido consumidor-paciente.

Acto seguido, el nuevo fármaco es alabado por los miembros de una plataforma que va a luchar contra esta lacra y por último se acaba alentando al paciente potencial a que sugiera a su médico, en su próxima visita, que le recete el revolucionario fármaco.

Lo que en ningún momento se dice en la campaña publicitaria es que tanto los estudios e investigaciones, como la plataforma, como los profesionales que se mencionan son financiados por el laboratorio farmacéutico que nos va a vender el fármaco.

Es más, incluso muchos de los periodistas especializados que colaboran en las campañas, los que acuden a los congresos, los que elaboran posteriormente la información que llegará al ciudadano son invitados, agasajados, bonificados, o directamente pagados por el mismo laboratorio.

Así lo denuncia el propio periódico El País respecto al trabajo realizado por su colaboradora respecto al Tapentado y recogido por MILAGROS PÉREZ OLIVA en la Tribuna del diario con fecha 17/01/2010.

No hay comentarios:

Publicar un comentario